martes, 22 de noviembre de 2011

Capítulo uno.

Aquí está el primer capítulo, no es nada del otro mundo ni muy largo pero bueno, es un comienzo, una especie de introducción. Antes de dejaros leer me gustaría decir un par de cosas, la primera es que yo me imagino a McFly (cuando salgan) en la época como en el videoclip de sorry's not good enough, pero vamos que eso da igual. Y segunda, que no subiré todos los días ni mucho menos ya que tengo otro fic, estudios y todo eso pero cada vez que acabe un capítulo aquí lo pondré. Bueno ya os dejo, espero que os guste:3 ¡Escuchad y...LEER!

 Invierno. Frío, viento y lluvia. Es lo único que puedo percibir al observar a través de los cristales de éste coche. Realmente es la sensación que llevo percibiendo desde hace unos días.
Me siento vacía. Mis padres me han dejado, más bien, me los han arrebatado sin preguntar, sin pararse a pensar lo que puede a llegar a sufrir una persona cuando se llevan su más sincero punto de apoyo. ¿Qué se supone que debo hacer ahora? No lo sé.
En menos de un mes cumpliré la mayoría de edad y tendré que valerme por mi misma, valerme cómo nunca antes lo había hecho, sinceramente,  nunca me enseñaron a hacerlo y ese fue un grave error.  Pero hasta entonces, me quedaré con la única familia que me queda, más bien, con la única parte de la familia que se interesa por mí. Ella es mi tía Rachel y vive en Londres, mi nuevo hogar.
He pasado toda mi vida aquí, en Manchester, y a pesar de todo lo que dejaré aquí atrás cuando me vaya, tengo que hacerlo. Los recuerdos me abruman en cada paso que doy y las lágrimas se acumulan cada vez que cierro una caja de la mudanza, pero está decidido.
En cuanto pueda alquilaré algún piso barato por allí y me propondré cumplir mi sueño, bailar, ésta vez estaba decidida y lo haría por ellos, por mis padres, sabía que por muy lejos que estuvieran conseguiría hacerles estar orgullosos, siempre me habían apoyado en ello, y no pensaba decepcionarles.
Estoy sentada en el tren a tres paradas de llegar a la gran capital, y para qué engañarnos, siento miedo, miedo de que todo salga mal, miedo a no saber aprovechar mis oportunidades y miedo a caer, a caer como la lluvia cae sobre el asfalto, a caer sin ninguna piedad y sobretodo, a no saber levantarme.

-¡Julie! –me llama mi tía- Vamos, hemos llegado.

Asiento sintiendo un escalofrío recorriéndome el cuerpo. Busco mi equipaje y de repente nos encontramos ante una estación mucho más grande que cualquiera de las de mi antigua ciudad, impresionante.
Conseguimos salir a la calle y una pequeña oleada de aire fresco me roza la cara, mientras siento la esencia de aquella corriente por todo mi cuerpo, siento a la vez que algo cambia en mí. Todo será diferente en ésta ciudad.

¿Opiniones, comentarios...tomates? :3

1 comentario:

  1. Me encanta tu forma de escribir y eso hace que tengas ganas de leer mas y mas y mas. Es bonito, triste, pero bonito.

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