lunes, 2 de enero de 2012

Capítulo cuatro.

Dios mío. Lo sé. He tardado demasiado en subir pero ya avisé así que espero que no me odiéis mucho (?) En fin que aquí os dejo otro capítulo de los míos espero que os guste y esas cosillas. ¡Quiero opiniones! Aquí mi twitter @emedeemaria. Para cualquier cosa. ¡LOVE!

Antes de darme cuenta me encuentro de nuevo entrando al local con paso acelerado.

Los demás siguen en la misma posición donde les dejé y me dirijo hacia ellos. Siempre me había dado vergüenza eso de que la gente me viera bailando y más si yo no lo sabía, así que las presentaciones creo que van a ser un poco incómodas.

-Julls-dijo John- he pensado que ésta vez me encargo yo de los focos y esas cosas y tú les ayudas a ellos con todo lo de los amplificadores y...el sonido en general.

-Me parece bien.-me limito a contestar.

-Perdón, que no os he presentado bien.-vuelve a hablar John regocijándose y mirándonos a todos.

-Ellos son...Harry, Tom, Danny y Dougie.-me va señalando.- y chicos, ella es Julie.

-Mejor llamádme Julls.-intento sonreir.

Todos me van saludando con una simpática sonrisa e incluso alguno dice alguna frase.

El primero de los chicos es alto, tiene el pelo corto y moreno, también tiene unos ojos especialmente bonitos, son azules y grandes, la sonrisa está presente en su cara y su expresión parece ser agradable. Harry.

El segundo también es alto y con el pelo corto, pero esta vez es rubio, de hecho parece ser más blanco que rubio, pero le queda bien. Los ojos son una mezcla entre color café y color madera. Su cara parece ser algo más joven que la de los demás y también la decora una sonrisa. Tom.

El tercero es algo más bajo que los dos anteriores, es moreno y el pelo le tiene algo más largo y rizado que los demás, los ojos son azules, casi parecen transparentes con la luz. Recuerdo que él fue uno de los que me vio bailar hace unos minutos. También posee una cara divertida. Danny.

El cuarto y último es el más pequeño de todos, yo diría que tanto de estatura como de edad, su pelo es una mezcla entre moreno y rubio y un flequillo le cae sobre la frente, sus ojos son azules y pequeños, parece ser más tímido. Dougie.

-Bueno, ¿entonces que te parece? .-me pregunta John.

-¿El qué? ¡Ah! lo de los altavoces y eso...bien, bien.

-Creo que será mejor que empecemos ya a prepararlo antes de que se te vuelva a olvidar.- sonrío irónicamente.- Bueno chicos, os dejo con Julls, estaré por arriba..-se alejó de nosotros.

-Creo que será mejor que vayáis cogiendo vuestros instrumentos...y eso.

-Cierto.-dice el primer moreno, Harry.

Me siento a un lado del escenario mientras veo a los cuatro chicos pasar de un lado para otro.

-¿Tenéis todo lo necesario para conectar las guitarras y el bajo? Cables y demás...

-Sí, creo que se encargaba Danny.-habla de nuevo Harry.

-¿Danny?.-pregunta Tom.

-Dime.

-¿Tú te encargabas de todos los cables?

-Eh...no.

-Está mintiendo.-ríe Dougie.

-Vale, sí, me encargaba yo.-rectificó- pero no hay porqué preocuparse, la bolsa con todos ellos está en el coche.

-¿Entonces por qué mientes?

-No lo sé. Es que me ponéis nervioso.-rie.

Esta conversación comenzaba a ser un poco extraña.

-Vale, ¿y alguien se acordó de comprar el mío? ¿el que 'sin querer' rompimos hace unos días? .-pregunta Tom y todos se miran entre ellos.- Supongo que eso es un no.

-No cunda el pánico, aún podemos comprar uno. ¿Conoces alguna tienda cerca de aquí?-me pregunta Danny.

-Eh...bueno sí. Está a diez minutos andando. Si queréis puedo ir yo, no me importa.

-No te preocupes, ha sido nuestra culpa.-se disculpa Tom.

-Enserio, da igual.

-Quizá sea mejor que vayáis los dos.-nos mira Danny. Nos encojimos de hombros.

-Por mí bien.-dijo él.

Avisé a John de que íbamos a salir a comprar lo que faltaba y finalmente, nos fuimos.

No me gustan los silencios incómodos cuando acabas de conocer a una persona, el momento en el que no sabes qué decir ni que tema sacar para no sentirte mal, e incluso cuando no sabes qué responder para no ofender a la otra persona. Pero por suerte, ésta no es la ocasión. Tom siempre saca alguna conversación y eso me alegra, porque como ya he dicho, odio los silencios incómodos.

-John me dijo que habías llegado hace poco a Londres ¿no? .-me pregunta mientras andamos.

-Sí, bueno hace unos meses...¿Tú siempre has vivido aquí?

-Sí...nací aquí y hasta ahora.-sonrió.- Nunca he vivido fuera de Londres, creo que mi infancia ha sido aburrida.

-No te creas, eso de mudarse es difícil pero bueno...tampoco viene mal cambiar de aires.-sonreí.

-¿Y hay alguna razón por la que te mudaste o...?

-Sí, más bien sí. Yo vivía en Manchester hasta que murieron mis padres hace unos meses también, entonces decidí que tenía que irme de allí y...bueno, aquí estoy. Resumidamente esa es mi razón.

-Vaya. A veces me sorprendo de cuan cotilla puedo ser.-está sorprendido por mi pequeño relato y me río.

-Tranquilo, no pasa nada, creo que me ya me he acostumbrado a contarlo.

-No me llego a imaginar lo duro que debe de ser.

-Al principio sobretodo, pero poco a poco logro no pensar en ello.

-Y, ¿viniste sola?

-No, al principio vivía con Rachel, mi tía, pero luego conocí a John y...creo que el resto ya te lo sabes.-asiente y sonríe de medio lado.

Al final sin habernos dado cuenta ya hemos llegado a la pequeña tienda. Tom busca entre las estanterías el cable que les falta pero sin ningún resultado, así que finalmente le pregunta al encargado. Cuando nos lo entrega, lo pagamos y de nuevo, salimos a la calle.

-¿Tú vives de la música?.-pregunto.

-No realmente. Ese es mi sueño y es cierto que algunos meses podría hacerlo pero la mayoría de ellos, no. Así que para conseguir pagar el alquiler de la casa compartida con Danny, trabajo con mi padre en una pequeña librería cerca de casa de John, y de la tuya ahora también, si no recuerdo mal.

-Bueno, tampoco es un mal trabajo. Pero entiendo que quieras ganarte la vida con tu sueño, creo que eso nos pasa a todos.

-¿A ti también?

-Sí, pero yo lo tengo más difícil.

-¿Por qué?

-No lo sé, eso es lo que me digo yo siempre.

Me sorprendo ami misma de la confianza que he cogido con él, pero siento que lo hace más fácil.

-Creo que no deberías de pensar en algo malo antes de que ocurra, eso te torturará más.-le miré.-Eso es lo que me digo yo siempre.-reímos.

Cuando ya hemos llegado al local de nuevo, ellos empiezan a ensayar para el concierto y yo comienzo a organizar todo junto con John. La tarde se pasa amena e incluso divertida, la hora de abrir llega. Los clientes  van llegando y los camareros restantes también.

Cuando ya está todo preparado el pequeño concierto comienza. Al principio las canciones son propias y para mí no muy conocidas, pero he de decir que son bonitas. También me doy cuenta que Danny tiene la voz más grave y desgarradora, al contrario que Tom, que es dulce y más calmada. Al cabo de unas cuantas canciones desde el otro lado del público, detrás del escenario, veo como llevan dos sillas hacia allí y Dougie y Harry se sientan a mi lado. Van a hacer un acústico.

Los primeros acordes son inconfundibles, es una canción de Pink Floyd, muy clásica pero que nunca te cansas de escuchar. Después de unos cuantos tintineos con la guitarra, Danny comienza cantando, seguido de
Tom.

So, so you think you can tell
Heaven from Hell, 
Blue skys from pain.
Can you tell a green field
From a cold steel rail?
A smile from a veil?
Do you think you can tell?


Poco a poco la gente va siguiéndoles con sus propias voces y forman un coro imprevisto. El concierto se acaba y un conjunto de aplausos llenan las paredes del Little Things.

¿Votos o comentarios? Os quiero.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Capítulo tres.

I'M SO SO SO SORRY por tardar tanto, seriamente os lo digo. Pensé que iba a tardar menos pero la pereza se apoderó de mi. En fin aquí tenéis un capitulillo de los míos. El pequeño párrafo que vais a ver aquí debajo no es nada especial, sólo que lo saqué de un libro y me gusto mucho, además en parte tiene que ver con éste capítulo pero...en fin que me rayo mucho. Espero que lo disfrutéis<3
'And when her eyes met mine, I felt something click, like a key turning in a lock, believe me, I'm not romantic, and while I've heard all about love at first sight, I've never believed in it, and I still don't. But even so, there was something there, something recognizably real, and I couldn't look away.'-Dear John.



Poco a poco me despierto y me encuentro a mi lado a John, aún dormido. Miro el pequeño reloj que tiene junto a la cama y ya son algo más de las dos de la tarde. Hemos quedado a las cinco con el grupo que esta noche tocará en el Little Things, por lo tanto, no tenemos demasiada prisa.
En el local hay una pequeña sala de ensayos antes del escenario, tiene un pequeño piano, propiedad de Jeff, y lo demás está todo prácticamente vacio, a salvo de algunos espejos en la pared. Es mi lugar preferido para practicar y hace un par de semanas que no lo hago, así que me acercaré una hora antes de lo acordado y luego empezaré mi trabajo.
Me dirijo a la planta baja de nuestra casa y me caliento algo de comida, no sé ni lo que es, simplemente lo he sacado de la nevera y lo acabo de meter al microondas. Mientras el plato da vueltas en su interior enciendo la pequeña tele que hay en la cocina y me pongo a verla.
Más tarde acabo de recoger todo y subo a la habitación, donde mi compañero de piso sigue durmiendo, le tiro el cojín a la cabeza y se despierta de golpe.

-Son las tres, casi y media.

-¿Ya?-dice rascándose los ojos.

-Sí.  Tienes algo de comida hecha abajo y recuerda, a las cinco hemos quedado en la puerta del bar.

-Recuerdo, recuerdo. Y ¿a donde vas ahora?.-observa mi mano, llena de ropa.

-Me voy a pasar un rato antes, para ensayar, ya sabes.

-Está bien, no te hagas daño.

-No, tranquilo.-digo dirigiéndome a mi habitación.

Me cambio, cojo mis cosas, y salgo de casa. Tengo que ir andando así que tardaré unos quince o veinte minutos.
Las calles de Londres están llenas de gente yendo de un lado para otro, pero estoy segura de que muchos no tienen rumbo fijo. Poco a poco me voy acercando al centro y me doy cuenta que mi teoría es cierta.
Es primavera y sigue haciendo frío, cosa que no me extraña, pero hoy el sol ha aparecido y poco a poco parece que las hojas de los árboles se van recuperando del crudo invierno. Aun que, éste invierno ha tenido demasiadas tormentas como para recuperarse fácilmente.
Cuando por fin llego, entro y directamente voy al panel de luces, enciendo la de la pequeña sala donde voy a ensayar y allí me dirijo.

Pov Tom

Oigo como un cláxon resuena a lo largo de toda la calle y me asomo a la ventana, lo que me esperaba, es para nosotros. Mi compañero de piso, y a la vez de banda, está tirado en el sofá y para variar, llegamos tarde.

-Levanta de ahí Danny, nos tenemos que ir.

-¿No podemos esperar a que termine la película?

-No. ¿Por qué me haces sentir cómo si fuera tu padre?

-No lo sé, pero creo que en realidad te pareces más a mi madre.-ríe.

-Muy gracioso. Vámonos.

Finalmente conseguimos salir de casa y nos subimos al coche.

-¿Preparados?.-preguntan Harry y Doug animados.

-Creo que sí.- Danny se frota las manos.

Little Things no es un lugar nuevo para nosotros, ya hemos acudido más veces, pero hace demasiado tiempo que no vamos y estamos algo nerviosos, hemos oído que las entradas se han agotado y eso no ayuda.
Últimamente mi rutina diaria no es algo de lo que pueda presumir así que espero que tocar en un sitio ya conocido nos ayude a mejorar nuestros pequeños conciertos y a darnos más seguridad.
El camino se hace corto y nos bajamos del coche rápidamente. El aparcamiento en el centro de la ciudad no es algo excesivamente fácil así que aún nos quedaba un pequeño camino hasta la entrada del local. Al llegar la puerta estaba entreabierta, nos miramos unos a otros y, supusimos que John o Jeff estarían dentro así que no lo dudamos demasiado y entramos.
La barra está vacía y los demás optaron por mirar en el piso de arriba, yo me dirijo hacia la parte de atrás del escenario y vislumbro una de las dos salas encendidas, me acerco lentamente ya que se puede oír algo de música que proviene de ella y poco a poco me asomo a la puerta. No había nada de lo que podía haberme imaginado. Al otro lado se encuentra la sala de ensayos, ya conocida, pero ésta vez la ocupa una chica, joven aparentemente, ella está...está bailando, bailando de la forma más fina y delicada que he visto nunca, parece demasiado frágil siquiera para mirarla, acaricia la tapa del pequeño piano que ocupa la esquina izquierda de la sala y después continúa bailando a lo largo de toda la estancia, dejo la puerta tan sólo con una rendija abierta, no quiero interrumpirla pero tampoco irme. No sé cuanto tiempo me paro observando pero una mano toca mi hombro.

-¿Qué haces?-dice Danny asustándome.

-Nada, mirar a ver si había alguien.

-¿Y hay alguien? Te has pasado aquí más de cinco minutos.

-No, no.

Se acerca al pomo de la puerta e intento impedir que la abra pero es demasiado tarde. La chica se lleva la mano al pecho, del susto y noto que sus mejillas enrojecen.

-Lo-lo siento. -decimos mi amigo y yo a la vez.

-Eh, n-no...supongo que ha sido mi culpa...

-Es que pensábamos que no había nadie.-dijo Dan.

-B-bueno no os preocupéis ahora llegará John.

Asentimos y cerramos la puerta.

-¿Se puede saber por qué me dices que no habia nadie?

-Porque sabía que esto iba a ocurrir.-dije.

Nos dirijimos a la barra y Harry y Doug se encontraban con John hablando. Le saludamos y nos contó varias cosas nuevas sobre el bar, yo no había vuelto a abrir la boca.

-Oye John.-comenzó Danny.-hace un momento nos hemos encontrado a una chica en la sala de ensayos y creo que la hemos asustado, dila que no somos malas personas.-John ríe.

-Es Julie, trabaja conmigo aquí y compartimos piso, es que hace mucho que no sé de vosotros, y no he podido contaros nada.

-¿Vive contigo?.-pregunto curioso.

-Sí, hace un par de meses.

-Pero...¿estáis juntos?.-añadió Harry

-No...no. Ella vino de Manchester a principios de año y la conocí aquí en el bar. Buscaba trabajo y casa así que, yo la ayudé, así resumido y...somos buenos amigos.

Continuamos hablando unos minutos más pero ésta vez el tema era sobre el concierto de ésta noche. Al cabo de un rato ella entra en la sala.

-Hola.-saluda tímida.

-Hola.-respondimos al unísono.

-Pensaba que te habías ido.-dijo John.

Ambos se apartaron y se dirijieron a la salida.

Fin Pov Tom.


-Pensé que llegarían más tarde, lo prometo.-dijo John.

-Da igual, pero he de decirte que he pasado mucha vergüenza.

-Lo suponía. Creo que te conozco lo suficiente como para saber que sufrirías un poco.-sonreí levemente.

-Bueno, me cambio y enseguida vuelvo para empezar a organizar todo lo de esta noche.-le informo.

-Está bien, aquí te esperamos.

Cuando llego a casa me meto directamente a la ducha y me cambio, no necesito nada fuera de lo normal así que me pongo una sudadera, unos pantalones pitillo y una coleta. Recojo mis cosas y vuelvo a poner rumbo hacia el local. Esta tarde tocaría montar todo el escenario, ajustar las luces y los altavoces, los instrumentos...es decir, tenemos trabajo.


martes, 29 de noviembre de 2011

Capítulo dos.

Este capítulo es para situarse y tal, es un poco explicativo (?) bueno ya me entendereis. En el siguiente ya ocurrirán más ocsas, saldrán los chicos y bueno, eso, espero no ser muy aburrida con esta paranoia de fic. Os quiero<3

Tres meses. Tres largos meses habían pasado desde que me mudé a Londres. Tres meses en los que todo ha cambiado pero en el fondo, yo estoy igual.
Ya he alcanzado la mayoría de edad y algunos de los planes que me había propuesto nada más llegar, se estaban cumpliendo. Tengo un pequeño trabajo y ya no vivo con mi tía, dos logros que nunca pensé que ocurrirían tan pronto. Dos logros que han ocurrido gracias a una persona. John.
Él es físicamente alto, pelo castaño, ojos verdes y a penas dos años mayor que yo, es decir, bastante atractivo a ojos de cualquiera. Internamente es, a primera vista, extrovertido y simpático pero en cuanto le conoces un poco te das cuenta que a parte de todo eso, también es sensible, cariñoso y si necesitas algo, sabe escuchar y dar consejos, aun que, por poner algún defecto, es muy tozudo cuando habla de sus pensamientos.
Nuestra relación es de pura amistad aunque en ocasiones parezca algo distinto, yo no estoy preparada para otra relación que no sea de ese tipo así que por muchas cosas que pasemos, eso no cambiará.
Nos conocimos gracias a que trabaja de camarero en el bar al que acude Rachel, mí tía, diariamente y además, es hijo del dueño. Poco a poco gracias a ese 'pequeño' enchufe consiguió ponerme a trabajar con él,  hace ya, algo más de un mes.
'Little things'. Así se llama el bar. Es un bar bastante grande, con más de una planta y en el que los fines de semana se organizan pequeños conciertos. Por el día es normal, se sirven desayunos, comidas...pero en la noche de los Viernes y los Sábados cambia, se adapta el escenario y allí tocan pequeños grupos que no son, generalmente, muy conocidos. Mi trabajo consiste en trabajar dos mañanas a la semana y ser la encargada, junto con Jhon, de los fines de semana por la noche, tanto de los grupos, como de servir en la barra.
Después está la casa, nuestra casa. La compartimos y cada uno paga una parte del alquiler, se encuentra algo alejada del centro pero bien comunicada. También es propiedad de Jeff, el padre de John, por lo tanto el coste disminuye. No es demasiado grande pero tampoco lo necesitamos, mi habitación es la estancia que más me gusta, no es la de mayor tamaño pero la terraza es alucinante, además conecta con la habitación de John. Por lo demás tiene lo normal, una mesa con todos mis papeles por encima, un armario pegado a la pared y una hermosa cama de matrimonio con dos lamparitas y sobre la que me encuentro ahora tumbada. Y como otra noche más no puedo dormir.
Desde la noche del accidente suelo tener pesadillas o simplemente no me puedo dormir, realmente, existen muy pocas noches en las que duerma unas horas del tirón.
Hoy, me levanto como días antes y me dirijo al piso de abajo lo más silenciosa posible, abro la puerta de una pequeña sala de ensayos que tenemos contigua a la cocina y me pongo mis zapatillas de ballet. Cuando estoy en movimiento con el cuerpo siento que lo de al rededor no tiene tanto sentido y sólo me concentro en mantener el equilibrio. Tras dar unas repetidas vueltas, siento como mis músculos se van cansando, se ponen tensos e incluso empiezan a doler, pero es la única forma de no recordar en cada momento porque estoy aquí, en Londres. Porque he cambiado de vida y de ciudad, porque no soy la misma de antes y porque nunca lo seré. Pero entonces, mis músculos dejaron de funcionar y caí al suelo, con la respiración agitada y un dolor penetrante que recorría mi pierna derecha de arriba a abajo sin cesar, di un puñetazo al suelo del dolor e intenté volver a levantarme.

-¡Julls! .-grita John entrando por la puerta.- ¿Estás bien?

-Sí, creo que sí.

-No sé ni para que pregunto.-me cogió en brazos.- estás loca.

Subimos a su habitación y me tumbo en su cama aún doliéndome la pierna.

-Creo que debería traerte hielo.

-No hace falta que me cuides Jhon, no soy una niña pequeña.

-Pues lo disimulas muy bien .-sonrió.

En un minuto ya ha llegado a la habitación con una bolsa de hielo.

-Tienes que dejar de hacer esas escapadas por la noche.-me acerca la bolsa a la mano.- te vas a acabar haciendo daño de verdad, y en dos meses tienes la prueba para la compañía.

Es verdad. Tenía una audición a principios de Junio y tendría que ensayar.

-Lo sé, pero no puedo evitarlo .-se acomoda a mi lado mirando al techo.

-Si te sirve de consuelo, yo tampoco podía dormir.

-¿Por qué?

-Hagamos un trato. Yo te cuento mi porqué si...tu me cuentas el tuyo. Sé que no es fácil, creéme, pero lo que necesitas es contarlo, y si no te importa, espero poder ayudarte o...simplemente apoyarte Julie.

-Quiero contártelo.

-Per...espera, ¿sí?

-Debería haberlo hecho mucho antes. Desde el día en que te conocí siempre has estado ahí y yo nunca te he dado motivos para hacerlo, ni siquiera recuerdo habértelo agradecido lo suficiente, eres el mejor John y nunca te lo demuestro. Te quiero.

-Me vas a hacer llorar.-reí ante esa información y me abrazó.-Yo también te quiero.


-Pero espera, Jhon…mañana tenemos que trabajar, deberíamos dormir.

-Tranquila, es Viernes, hasta las seis de la tarde tenemos tiempo de dormir.

Asentí y ambos nos recostamos en la cama para comenzar a hablar, al principio los temas no tenían mucho sentido pero al finalizar la noche, sabemos más el uno del otro que de nuestros propios familiares.
Es lo que necesito, contarlo, y ahora mismo no se me ocurre mejor persona que él, me apoya y siempre me saca una sonrisa, supongo que en parte se debe a su alta facilidad para hacer tonterías.
 Y sinceramente, espero poder ayudarle tanto como lo hace él.
Pasadas las horas, el sol asoma por una esquina de la ventana y nuestra conversación sigue en pie.

-Creo que ya es hora de que nos acostemos, si por la noche no queremos estar muertos.

-Tienes razón.-afirmé.

-Anda, ven.

Me recuesta contra él y me da un beso en la cabeza seguido de uno en la nariz.
-Buenas noches Julls.

-Buenas noches.-sonreí.